14/3/10

Idus de marzo


En el calendario romano los "idus" eran días de buenos augurios que variaban, según el mes, entre el 13 y el 15. Sin embargo, para algunos no lo fueron. Según Plutarco (o Suetonio) César había sido avisado del peligro que sobre él se cernía en estos días, y así lo escribió siglos más tarde Shaekesperare en su obra Julio César cuando advirtió al dictador romano: "¡Cuídate de los idus de marzo!"

Para los amantes de la naturaleza, los "idus" de estos últimos años no han traído precidamente buenos augurios. Hace unos días, el 12 concretamente, nos abandonaba Miguel Delibes. Gran apasionado de la caza, sobre la que escribió varios libros, algunos dijeron de él que era un cazador que escribía. Sin embargo su afición no entró nunca en contradicción con su amor y respeto hacia la naturaleza, el cual se reflejó no sólo a lo largo de toda su obra sino de su forma de entender la vida, rural y hogareña, que apuesta por la vida natural como la propia del individuo. La última de sus obras, La Tierra herida, es un diálogo sobre la problemática medioambiental escrito en colaboración con su hijo, el biólogo Miguel Delibes de Castro.

Otro aciago "idus" fue el 14 de marzo de 1980, hace ya 30 años, cuando falleció Félix Rodríguez de la Fuente. Poco o nada puedo yo decir sobre el añorado naturalista que no se haya dicho ya. Bueno, en realidad sí que puedo decir una cosa: que una gran parte de la culpa de que mi vida discurra hoy día por el sendero de la biología la tiene Rodríguez de la Fuente. Supongo que a otros muchos coetáneos míos les sucedió lo mismo. Todavía recuerdo aquellos viernes por la noche, mediados los 70, encaminándome junto a mi amigo Luis (quien por cierto, ha seguido los pasos de Félix y actualmente es documentalista de la naturaleza) a casa de Fernando para ver el episodio semanal de El hombre y la Tierra en aquel enorme Telefunken, porque fue la de nuestro común amigo una de las primeras casas en disponer de televisión en color. Eran otros tiempos.

Pero las cosas no sucecen porque sí. Investigando en internet estos días he encontrado un nexo de unión entre ambos, entre Delibes y Rodríguez de la Fuente. La conexión es Aurelio Pérez, quién también falleció hace un par de años por estas fechas, y a quien tuve la oportunidad de conocer gracias a Luis cuando ambos colaboraban en Riópar en temas medioambientales (por cierto, recuerdo que Aurelio nos cocinó ese día unas estupendas migas de pastor) ¿Qué tiene que ver Aurelio en esa relación? Muy sencillo, Aurelio Pérez fue la mano derecha de Félix Rodríguez de la Fuente, el que entrenó y convirtió en actores de sus documentales a lobos, ginetas y águilas. Y también convirtió en actriz a la "milana bonita" de Los Santos Inocentes, la película de Mario Camus basada en la obra homónima de Miguel Delibes.

Desde estas líneas mi homenaje y reconocimiento a los tres.

13/3/10

Aborto libre y progresismo


Punto 1. Semanas atrás (el 22 de febrero) el Senado aprobó definitivamente la polémica Ley de Reproducción Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Punto 2. Ayer, 12 de marzo, fallecía el escritor Miguel Delibes.

Punto 3. Hoy mismo la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, agradeció al escritor vallisoletano Miguel Delibes "todo lo que ha dejado" a la literatura y a la cultura mientras que incidió en que es un hombre "de letras, humanista y comprometido".

Punto 4. Hace unos años Delibes escribió ABORTO LIBRE Y PROGRESISMO

El camino

8/3/10

La historia del Cap and Trade

Así se hizo la Tierra (I)

5/3/10

Los peligros de la escuela pública

Desde hace un tiempo diversos amigos me han mostrado, con profunda y serena vehemencia, su preocupación por lo que sus hijos podían aprender en la escuela pública. Opinaban que eran ellos los que debían decidir sobre la formación moral de sus hijos. No admitían que en la escuela pública se les adoctrinara sobre temas tan controvertidos como la educación sexual, la homosexualidad, la familia y bla, bla, bla.....
Por este motivo habían decidido llevar a sus hijos a colegios privados regidos por organizaciones neocon-católicas. Pensaban que en ellas estarían a salvo de este perverso ambiente en el que todo se relativiza tras la cortina invisible del diablo.

Ahora estoy convencido de que tomaron la decisión adecuada, ya pueden dormir tranquilos, sus hijos están en buenas manos.

Pulsad sobre las imágenes y comprobaréis mis palabras.