Hace unas semanas publiqué una entrada llamada ¿Energía o extinción? en la cual se exponían los argumentos que, en defensa de la utilización de la energía nuclear, exponía el físico español Juan José Gómez Cadenas en su libro El ecologista nuclear. En los últimos días se viene especulando en los medios de comunicación con la posibilidad de que el Gobierno clausure definitivamente la central nuclear de Garoña al haber llegado al término de su vida útil, a pesar del informe favorable respecto de su continuidad por diez años más del Consejo de Seguridad Nuclear. De nuevo la polémica nuclear sí/nuclear no asoma en el horizonte patrio. Otra vez los mismos argumentos en uno u otros sentido: "que las nucleares ayudan a cumplir los compromisos de Kioto", "que es una energía limpia", "que son fuente inagotable de energía", "¿pero qué pasa con los residuos?", "que debemos de apostar por las renovables", "que hay que cambiar el modelo energético"... En fin, la polémica de siempre. Y mientras nosotros comprando la energía eléctrica que no producimos a Francia quien, mira tú por donde, la obtiene a partir de centrales nucleares. ¡Hay que "joerse"! Y no solamente eso, además establecemos compromisos internacionales para promocionar la utilización de esta tecnología, no sólo con fines de investigación o médicos, sino para construir reactores nucleares. Aquí os dejo el acuerdo que España y China han firmado en esta materia.
¿Centrales nucleares?... si, pero en la China que está bien lejos y si revientan no nos afecta. Cuanta hipocresía.
Acuerdo nuclear con China
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