9/1/09

Enigma nº 8


"Prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un Dios que existe. Porque si después no hay nada, evidentemente nunca lo sabré cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay Alguien, tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo. En definitiva sólo conozco dos tipos de personas razonables, las que aman a Dios de todo corazón porque lo conocen y las que lo buscan de todo corazón porque no lo conocen."

Para completar esta frase antológica podéis entrar en el siguiente enlace del Diario La Prensa de Buenos Aires y leer un pequeño artículo de opinión llamado "La religión es salud".

2 comentarios:

Antonio Andújar Tomás dijo...

Es evidente que Pascal tenía mucho miedo (estaba literalmente acojonado), a mí también me ocurre en las noches más oscuras. Cuando la muerte está cerca la oscuridad se oscurece dicen los mendigos en la puerta del templo.

Pero la fe no es una acto de voluntad, no se puede creer en dios sólo porque su improbable existencia te pueda acarrear males y tormentos eternos, es una apuesta tramposa. En cualquier caso al improbable dios no le agradarían argumentos como los de Pascal, es evidente que a ese ser improbable le agradaría más una persona honesta aunque escéptica que un creyente deshonesto como el famoso matemático. Si queréis conocer a gentes como Pascal visitad nuestros templos.

Antonio Andújar Tomás dijo...

Parece ser que a Bertrand Russel le preguntaron que diría si al morir se encontrara frente a Dios y éste le pidiera cuentas de por qué no creyó en él, la respuesta de Russel fue: "No tenía suficientes evidencias, Dios, no suficientes evidencias"

Creo qu Russel sería más del agrado de Dios que Pascal.